Ade Mendez es una todo terreno; todo lo que emprende en su vida lo hace con mucha dedicación y se arriesga. Tuve la suerte de conocerla por esas casualidades de la vida (estando las dos de viaje por Nueva Zelanda); fue en una playa de Auckland sin ningún tipo de presentación previa- y dí justo con ella para enterarme al instante de que era prima hermana de una prima mía. Los viajes- Causalidades y casualidades- que trae consigo moverse del lugar del que uno es. Esa vez, fue muy insólito y cómico a la vez. Dos argentinas que ni se conocían; cruzándose del otro lado del mapa y cayendo en la cuenta de su parentesco en común-el mismo día que se veían las caras . Allí la fue entonces con Ade, y supe que era chef y en ese momento estaba en la misma que yo (por ese entonces 2008)-aprovechando la posibilidad para argentinos de trabajar en Oceanía y viajar por el país de los All Blacks.
Oriunda de Bella Vista,provincia de Buenos Aires, a Adelita le gusta correr maratones y tiene la ventaja de poder adaptarse a distintos lugares sin mucho problema. Ella prueba y las cosas salen bien. Para muestra bien vale un botón. Compartimos un trabajo en la isla sur de Nueva Zelanda, en ese momento que éramos más chicas las dos. Recién contratada en Nelson, para trabajar en el restaurant bar de un hotel como camarera, Adelita, a puro nervio y valentía, se animaba en su segundo día de trabajo a meterse en la cocina del lugar y hornear una veintena de cupcakes de banana y chocolate. Me acuerdo que quedaron buenísimos y la dueña del hotel-una austríaca de nombre Alexandra- estaba fascinada de la actitud segura y suelta de aquella chica.
Hace un año se casó y ahora vive con su marido en Paysandú, Uruguay, a casi 370 km de Montevideo, ciudad fronteriza de las argentinas Colón y Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. Ade y Damián, quisieron hacer un viajecito como aniversario y eligieron irse unos días a Carmelo. A las semanas de este mini viaje, la pareja estaba festejando felices la noticia de la llegada de su primer bebé.
Ade cuenta su escapada
Motivo del viaje Fue nuestro primer año de ¡casados! y decidimos hacer una escapada de finde, cortita pero muy linda; del sábado al domingo. Salimos desde nuestra casa en Paysandú en camioneta, disfrutando del paisaje, de mucha lomada, hasta llegar a Carmelo. Queríamos un lugar tranquilo, de poca concurrencia y mucho verde, así es que decidimos alojarnos en «Casa Chic», un hotel (de los dueños de Kosiuko) que esta ubicado a unos kilómetros de Carmelo, dentro del Club de Campo Médanos de Punta Gorda, que tiene salida al río. Se respira un ambiente tranquilo, mucho verde y río. Lo necesario para descansar.
El Hotel Serán unas 20 habitaciones, ubicadas afuera como en unidades independientes. Muy bien equipadas, cama matrimonial, deck de madera, terraza privada con vista al río, frigobar, aire acondicionado, secador de pelo, direct TV. De estilo vintage, algo de campo y un toque moderno. Con muy buen gusto, es divino el lugar.
Tiene una pileta muy larga que se pierde al final con el río Uruguay. La playa está cerca, se puede llegar caminando y está permitido el ingreso al agua. Fue nuestra primer visita al hotel Casa Chic y lo encontré googleando hoteles de estilo Estancia. La estadía fue muy linda y descansamos mucho, y eso estuvo bueno. Parar un poco. Es super recomendable el Hotel. La relación precio-calidad es muy buena. La atención del personal fue excelente.
¿Qué hacer? Al estar ubicado en un predio muy grande, se puede andar en bici que te provee el hotel en forma gratuita. También hay canchas de tenis, y es posible contratar cabalgatas. Nosotros optamos por salir a recorrer el Club de Campo caminando.