Siempre me deje fascinar por Shakespeare tanto en cine como en el teatro. En Buenos Aires aparecen obras de este clásico universal en salas grandes y pequeñas. Sus textos, personajes e imágenes atrapan desde hace siglos a espectadores de todo el mundo. Pero la experiencia puede ser aún superior, si al formidable talento del dramaturgo inglés, le sumamos un paisaje único como es la isla del Tigre en Buenos Aires.
Y a esta vivencia extraordinaria nos lleva la tercera edición del Festival Opera de Tigre. Toparse con una historia como La Tempestad (que habla sobre la magia y la historia de un naufragio), fuera de un escenario típico como puede ser cualquier teatro de la Avenida Corrientes, sino en un lugar especial como es el delta del Tigre, es una oportunidad realmente única.
Subirse a una embarcación en la estación fluvial y dirigirse hasta la isla del Convento de San Francisco (edificio antiguo y en desuso en el Delta) para meterse en un cuento, en el que actores, músicos, cantantes de opera y acróbatas revelaran un naufragio, se vuelve algo sobrenatural.
Los primeros acordes musicales que toca la orquesta en vivo, la presencia del gran Prospero allá por las alturas del Convento (se luce el actor Nacho Gadano); harán que se respire el encanto de Shakespeare en medio del río. Y habrá mas emoción todavía cuando uno repare en los detalles de producción y dirección que tendrán como resultado un espectáculo de una calidad artística de excelencia.
[pullquote]Los bailarines como duendes agregan más hechizo y misterioso delirio al Convento donde se forja la historia.[/pullquote]
Después habrá que dejarse llevar y trasladarse (se camina algunos metros por el medio de la isla) hasta un barco abandonado, o a una vieja estación de remeros, o entre los árboles donde también se vera desarrollarse la obra. En cada punto se irá hilando el destino de Prospero y su hija Miranda, personajes que encajan sutil e inteligentemente en este paisaje natural. El Delta y los espectadores serán testigos cómplices de esta aventura shakesperiana.
El que haya leído algo de este autor universal va a coincidir que el lugar elegido por los directores fue el ideal. El Tigre tiene misterio, excentricidad y magia de sobra para acercarnos a la fantasía de La Tempestad.
La cita fue en el Rio Carpachay/arroyo Gallo Fiambres, en el Convento San Francisco.
Los directores y responsables del Festival Opera de Tigre son los europeos, Michael Znaniecki (polaco) y Jon Paul Laka (vasco). Por tercera vez tienen la delicadeza de presentar estas bellisima programación en el delta- zona de la cual se enamoraron hace unos años, y luego de recorrerla como turistas, decidieron comprar un terreno y una casa a la que nombraron Kaiole Blue.
El festival tiene una duración de mes y medio; sigue hasta el 20 de febrero- y aquí podes ver toda la Programación, que incluye conciertos de música clásica, teatro y opera www.festivaloperatigre.com/