A partir de la búsqueda de un cassette viejo pero valioso, Carolina Reymúndez decide llevar adelante este libro, donde refleja las distintas facetas y experiencias del fascinante mundo de una cronista de viajes. La periodista revisa su casa de punta a punta, porque aquel objeto en desuso guarda una entrevista suya al gran Paul Bowles (viajero y escritor estadounidense del siglo XX), disparador que siente necesario a la hora de escribir las primeras páginas de “El Mejor Trabajo del Mundo”.
En ese rastreo interminable que lleva adelante Reymúndez por todos los ambientes de su casa, incluida la baulera de su edificio, se topa con recuerdos, ideas, enseñanzas y personajes que le han dejado sus viajes. Estos elementos, grafican la personalidad inquieta, despierta, enigmática, y rica de esta escritora. Se produce, de manera tácita, entre la autora y el lector, una especie de presentación. Allí está Carolina, dando a conocer aspectos desconocidos de su quehacer y sus primeros pasos como viajera.
“[pullquote]»Me gusta Bowles porque sirvió como plataforma de lanzamiento. Después de leerlo, vino el mundo. La certeza de que había otros mundos posibles. Distintos a la realidad uniforme en la que había vivido en mi colegio de uniforme, en mi casa, en mi barrio”, dice ella, en la primera parte del libro, y en esa confesión, el asomar de una profesión llena de territorios a explorar.[/pullquote]
¿Qué lugares encuentra en su recorrida por el mundo esta periodista? Aquí van algunos. El restaurante suizo Blindekuh (Vaca ciega), en donde se come totalmente a oscuras, dirigido por ciegos para videntes que quieran tener una cena sin vista. Allí en Zurich, Reymúndez descubre una experiencia distinta, digna de ser contada. De aquella oportunidad, a la propuesta de acompañar durante 4 días, el arreo de vacas junto a un grupo de gauchos chilenos, en la zona de la cordillera que limita con Mendoza, las historias siguen sumando vivencias e indispensables sorpresas, que tanto animan y suelen recogerse en los viajes.
La audacia de subir al piso 51 de la Torre Mayor en DF, México, donde funciona un club de negocios superexclusivo, al que solo se accede por invitación, y en los que la autora se va a enterar del mundo millonario del país (el de los nuevos y viejos ricos). O el privilegio de pasar tres días en la clínica spa suizo La Prairie, quizás el centro de belleza y de tratamientos para el rejuvenecimiento más importante del mundo.
La prueba del calor extremo en países africanos y los safaris en busca de los Cinco Grandes, (león, elefante, leopardo, rinoceronte, y búfalo), es uno más de tantos puntos visitados, conocidos, explorados y abarcados por Carolina Reymúndez, y podrían continuar…Esta viajera es inalcanzable.
El lector se desplaza por estos relatos, viajando a través de ellos, sin siquiera tener que imaginarse los kilometros hechos o las esperas en aeropuertos, las valijas armadas y desarmadas, las soledades o los largos encuentros de prensa que muchas de estas actividades conllevan. Pero allí están las versiones escritas y contadas por una cronista argentina, que sin dudas tiene “el mejor trabajo del mundo”.
El libro de Carolina Reymúndez se consigue por la editorial de viajes www.sudpol.com
hola soy un chico de 16 años al que le encantaria viajar y hacer de esto un trabajo como cronista de revistas me puedes dar algun consejo
gracias
Hola Pablo, quizás si te interesa el periodismo, podrías estudiar algo de eso, y en lo posible empezar a trabajar en algún medio (radio, televisión, gráfica o internet) que se ocupe de temas en turismo.