El viaje de Toia: «En la India hay una fuerza que te sacude»

Toia Lichter, (29) es lo que se dice una chica cosmo, pop y moderna. Diseñadora gráfica, con ojo total para la moda, estudió en Nueva York y trabajó para marcas de ropa top en Argentina. Si vas por Palermo, quizás te la cruzes paseando a Momo, su bulldog francés, o de la mano de su marido Marcos, que al igual que ella es amante de los viajes. Cada vez que pueden elijen un destino, se suben al avión, y a la aventura. Han recorrido lugares tan diversos como exóticos, desde el sudeste Asiático, al sur argentino… Pero esta vez Victoria, con todo su bagaje personal de tendencias, moda y cultura occidental, se vio tentada por otra forma de vida: la mágica India. Se animaron y fueron a empaparse y descubrir este tesoro oriental, donde de nuevo, uno se lleva lo viejo, lo insólito y único, en todas sus formas, ¡Viva India! ¡Viva el viaje de Toia y Marcos!

Toia cuenta su viaje  Ruta Buenos Aires  New Delhi, Qatar Airways, escala corta en San Pablo, otra en Qatar y finalmente Delhi.

Elección del destino  Siempre me intrigó. La  religión, las tradiciones, la comida, los bordados, las especias, … tenía ganas de ver ese país del que tanto había escuchado.

Movilidad:  Varios tramos fueron en tren, ¡el más largo de 18 horas!  Fue menos grave de lo que parecía. Viajamos en segunda clase, de noche. No es ni lindo ni cómodo, pero no es terrible. Los espacios compartidos son una buena oportunidad para conocer gente.  Otros dos tramos los fueron en auto, a través de una agencia contratamos a un chofer. Muy accesible, este tipo de cosas… El tráfico es un caos. ¡Y no sólo manejan del otro lado sino que pésimo! El último tramo fue en avión, Spice Jet.

[pullquote] Un taxista nos dijo: “en Argentina manejan por la derecha, en Inglaterra por la izquierda y en India… es optativo!”  [/pullquote]

Una por una las paradas:

New Delhi, positivo como primer contacto con el país. Se parece más a lo que estamos acostumbrados. La parte nueva es más occidental, avenidas anchas y espacios verdes. La parte vieja es caótica, llena de gente, callecitas,más India. Te prepara para el resto. Lo mejor, pasear en rickshaw por vieja Delhi, la tumba de Humayun y Qutub Minar.

Rajastán:  “La tierra de los reyes”. Repleto de palacios, fuertes, marajás, desiertos, camellos. Hay mil lugares para conocer pero teníamos que elegir.

Jaisalmer “Ciudad dorada”. Está en pleno desierto de Thar y tiene un fuerte divino para recorrer. Imperdible: pasar una noche en el desierto previa vuelta en camello por las dunas…

Jodhpur  La ciudad azul, tiene zonas lindas pero es bastante caótica. De Rajastán fue el lugar que menos me gustó. Es divertido y tiene lugares muy interesantes pero no me atrapó tanto como los otros dos.

Udaipur Divina. Construída alrededor del lago Pichola.  Dar una vuelta en barco y ver los palacios del marajá, perderte en su estilo laberíntico, y comer en un resto con vista al lago. Es lejos el lugar más limpio, de los que fuimos, y uno de mis preferidos del viaje.

 Agra fuimos por la razón obvia: el Taj Mahal. La ciudad es muy sucia y no muy linda. Pero realmente vale la pena. ¡El Taj Mahal es impresionante!  

Varanasi  100% India. Caos, color, gente, religión. Es una ciudad sagrada y antiquísima y está en las orillas del Ganges, río esencial para el hinduismo (de hecho creen que el río limpia el karma). La ceremonia en los Ghats al caer el sol, o dar un paseo en bote al alba, para ver a los locales, y a peregrinos, bañarse en las aguas para empezar el día, es único.

Comida   Probamos de todo, porque nos encanta la comida india. El agua siempre envasada. La comida cocinada. Es un tema, nosotros nos cuidamos, y así y todo, los dos nos sentimos un poco mal en algún momento. Otro tema es el picante. No entienden el pedido de “without spice”, siempre algo le ponen…¡después gusta! …Nos llevamos 8 bolsas de diferentes currys

Hoteles Consultamos con la agencia que nos armó la luna de miel (Gurú Destinos), es una agencia que se especializa en Asia. Para los hoteles les habíamos pedido que fuesen lindos y limpios. Y nos fue muy bien, algunos mejores que otros, pero todos aceptables.  En cuanto a precio, la India no es nada cara.  Por ejemplo ¡el hotel de Udaipur nos costó 35 dólares la noche y era divino!

[pullquote]India es intensa, pasé por varias sensaciones. Por un lado, agobio del hacinamiento y la pobreza , pero por otro, un cimbronazo de energía. En el caos, hay una fuerza que te sacude. No sé si es la calidez de la gente, lo religioso, o pintoresco de sus costumbres, quizás todo. Imposible que no te mueva[/pullquote]

Shopping No dan las manos ni las valijas para todo lo que hay. Las telas, tapices alfombras, pulseras, bordados, vestidos, todo es espectacular. Cada lugar tiene sus bordados y tejidos característicos y diría que en Delhi es donde tenés un poco de todo. Hay que armarse de paciencia porque en cuanto miraste algo, hay mil vendedores encima tuyo, pero la valen.

Para el recuerdo: En Agra teníamos horas libres porque el tren partía de noche. Ya habíamos ido al Taj Mahal, visto la ciudad. El hotel daba a un shopping, con cine, y desde que pusimos un pie en la India no paramos de ver afiches de la película “Gunday”, que recién se estrenaba. Ellos son fanáticos del cine nacional. Bollywood es lo máximo y esperan ansiosos todo estreno. Nos intrigaba, así que nos mandamos. El cine parecía una escena post apocalíptica: los asientos estaban rotos, algunos arrancados del piso y tirados por ahí. Había comida, basura por todos lados, un desastre. Pero, nos sentamos igual, pensando que nos íbamos a levantar al toque (porque además la película estaba en hindi)… pero para nuestra sorpresa entendimos la trama ,¡ y nos enganchamos! Así que la vimos hasta el final. La película insólita, en medio de los tiros y el drama se ponían a bailar y a cantar! Nos reímos mucho, toda una experiencia.

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