«En Tokio el silencio es total, es una película en mute», el viaje de Cali Gondra

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A una diseñadora de imagen y sonido como Cali, viajar puede significarle un estímulo múltiple (como a todas, bah) pero quizás con el agregado que el ojo estético y curioso que la caracteriza debe encontrar su razón de ser en el contraste, los cuadros y escenarios originales que propone un destino como Japón.  Un lugar que siempre la fascinó; «su cultura, sus costumbres, sus producciones artísticas. Las promociones áereas la tentaban y así se le puso la idea en la cabeza, pero lo que la decidió fue que unas amigas pensaron en ir al sudeste asiático; y entonces se le dio la excusa perfecta para sumarse al plan y hacer ella por su cuenta lo que había soñado: descubrir Japón sola,  en una solapa de aquel viaje con amigas. Para Cali lo principal es el alojamiento, «dormir bien es la clave para pasarla bien», y así cobra las fuerzas suficientes para recorrer trechos largos y perderse sin sobresaltos. Porque le gusta ir sobre la marcha en lo que refiere a los viajes; «me gusta salir con el mapa e improvisar también, perderme un poco también es parte de mi viaje.».

TOKIO Y JAPÓN POR CALI GONDRA

IMG_2049Destino  La primera vez llegué a Tokio desde casa, después de 30 hs, subiendo y bajando de aviones viendo la luz del día por la ventana en un continuado de 24 hs. No me quejo. Las promociones aéreas me llevaron hasta allá después de pensar que valía la pena un vuelo de Delta muy barato desde Santiago de Chile (con dos escalas en USA) y previo vuelo de Sky Airlines desde Ezeiza hasta Santiago. Confieso que el tan temido jet lag resultó en la práctica menos grave que en la teoría. Llegué a la tierra del sol naciente al atardecer. Con una involuntaria actitud relajada, producto de la somnolencia post viaje, moderé el asombro que me empezaba a producir absolutamente todo. Averigué y compré un boleto para un shuttle.

Transporte En mis siguientes llegadas y salidas ensayé todos los medios de transporte desde y hacia todos los aeropuertos. El tren de alta velocidad obviamente es el más caro (20 usd), más rápido y más cómodo. El metro sale la mitad y tarda el doble pero si vas sentado, nada mal. El aeropuerto mas “centrico” es el de Haneda, pero en general los vuelos internacionales llegan a Narita.

[pullquote]Los argentinos nos necesitan visa ni ningún permiso para Japón y la entrada permite quedarse 3 meses[/pullquote]

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Hospedaje Reservé hotel por booking días antes de viajar, Centurion Cabin and Spa. Un lugar de esos en los que los japoneses, – en este caso las japonesas, porque este es sólo de mujeres-, van a relajarse después del  trabajo, no estaba al tanto de esto pero la elección fue acertada. La cama, colchón en el piso, era en un compartimento en un pasillo donde había otros 10 iguales. Cada uno con su correspondiente persianita, repisa, espejo y velador. Lo mejor, tiene sauna y jacuzzi, ideales para relajar después del viaje infinito. Lo particular, el baño, compartido obvio, las duchas para bañarse sentada en un banquito y una ligera incomodidad, o al menos fue mi sensación, de las locales ante la presencia de la extranjera. Todo obviamente con la pulcritud, la limpieza y el discreto lujo que caracteriza a los japoneses.

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Recorridos El barrio, Akasaka, de elegantes oficinas por la gente que vi circular, con muchos restorancitos, carteles luminosos y todo eso que uno imagina de Tokio. Tomé el metro a la esquina quizás más característica de la ciudad, Shibuya crossing y después de muchas vueltas por la estación emergí a la superficie – las estaciones son ENORMES con muchas salidas y si no sabes en cuál salir puede que jamás encuentres el lugar al que ibas-. El idioma no es una barrera tan fácil de sortear, el inglés no siempre es el comodín… así que más vale armarse de paciencia, contar con tiempo de sobra para todos los planes y mantener la frustración a raya.

[pullquote]Lo más fácil es moverse en Metro, con sus variantes de trenes de corta y media distancia.[/pullquote]

Son varias líneas de distintas compañías y venden pases semanales que combinan algunas, no compré ninguno porque para mi estadía salteada no me resultaba conveniente al bolsillo. Caminé por Harajuku, otrora cuna de las más osadas tendencias en moda juvenil y me metí en otras callecitas; lo interesante de Tokio es que a dos cuadras de una súper avenida te encontras con un barrio tranquilo, sin veredas, casas bajas y algo antiguas, edificios de 2 ó 3 pisos, residencial total, caminas otras tres cuadras y volves a estar en una mega avenida. La delimitación entre centro y barrios no es marcada. Lo más increíble de todo es el SILENCIO, la ciudad toda es súper silenciosa. Te sentís como si estuvieras viendo una película en mute. Mudos el subte, la calle, la gente. Viendo las fotos parece difícil de creer que toda esa masividad no haga ruido, pero así es.

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Una tarde fuí al aeropuerto de Haneda a tomar  el vuelo a Hanoi y reencontrarme con amigas dentro de un viaje por el sudeste asiático. Japan Airlines, súper lujo en la comida y muy buena atención, el vuelo igual salio casi 2 horas atrasado, pasa en todos lados.

La segunda venida Volví a Tokio con el corazón pesado por las despedidas, de mis amigas, de la diversión fraterna y de la playa tailandesa. El contraste climático con el tropical sudeste tampoco aportaba mucho. Un día más en un Tokio helado y tomé un avión a Okinawa, paseo que ya tenía programado.

Visita obligada Okinawa es una isla al sur de Japón, donde hay una actitud mucho más relajada que en la gran ciudad. Ojo, no es una isla de esas con cocos y palmeras, es una isla ciudad, pero evidentemente la playa opera de una manera positiva en toda sociedad. Caí en un hostel, Okinawa Guest House Chanpurusou, que también reservé por booking y resultó ser el lugar más buena onda de la estadía japonesa. Me recibieron a la voz de “argentina, messshi!” y una pinta de cerveza tirada en mano. Público multinacional, con una pareja irlandesa que vivía en Shangai, dos coreanas súper amigables y deseosas de practicar su inglés, un francés haciendo woofing en Japón por seis meses y algunos japoneses de mini vacación con poco dominio del inglés pero muy buena predisposición.  Los tres días en Okinawa fueron una muy buena experiencia, la ciudad tiene una sola línea de metro que conecta todos los puntos turísticos, hay un templo importante, un acuario, un zoo y mucho karate. El clima no acompañó para ir a la playa, pero tengo entendido que en verano está buenísima.

Algo más de Tokio… De vuelta en Tokio me alojé en otro hostel cerca de la estación Ginza del metro. Buena ubicación pero hostel nada memorable.

[pullquote]Para los amantes de cómics, manga, anime, y todo tipo de memorabilia cinematográfica y/o animada recomiendo un paseo a Nakano, -son dos o tres estaciones desde Shibuya-, un barrio comercial que alberga a la mega tienda Mandrake, especializada en productos de dichas temáticas.[/pullquote]

IMG_2057Comida Sentarse a comer en un restaurante puede acercarnos a esa clásica teoría de que “Tokio es la ciudad más cara del mundo”,- teoría que hasta ahora no venía comprobando y ya estando de vuelta afirmo que hoy por hoy es más un mito, o frase repetida sin conocimiento de causa y si bien los restaurants pueden ser caros, la comida es muy accesible. Es posible comprar bandejitas baratas en los supermercados o puestos a la calle cerca de la hora de cierre, también hay una cadena 24 hs que sirve rica comida local a buen precio;  y no hay necesidad de interactuar en idiomas con nadie ya que los platos se eligen en una pantalla, entregas el ticket en la barra y a comer. Es fácil toparse este paraíso de los que siempre estamos fuera de horario, su logo es un círculo con dos círculos adentro y su nombre, Matsuya Foods, si no está a la vista, buscar el más cercano en google maps.

Compras Para los fanáticos del vintage obligada una visita al barrio Shimokitazawa, queda un poco mas retirado, pero se llega en metro + tren. En sus callecitas sobran los negocios de ropa de segunda mano y las disquerías, además de los bares.

 


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Acerca de Dolores Yomha

Soy Dolores Yomha, nací en Buenos Aires, Argentina. Trabajo en Radio, escribo free lance sobre viajes en revistas y este blog es de mi autoría. En el 2008, viajé siete meses por el mundo con otras 4 amigas a través del pasaje Vuelta al Mundo (Round The World) que comercializa una fusión de aerolíneas. Esa experiencia me ha hecho más feliz, más curiosa y porque no, más segura. La idea de este blog es compartir información de viajes pero también la inspiración por viajar (por más grande o pequeño que sea el destino). “El viaje es una especie de puerta. A través de ella salimos de la realidad”. Guy de Maupassant

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