Tuve la suerte de cruzarme con este documental que está en Netflix y elegirlo sin referencias. Aposté por conocer la historia de la joven holandesa a la que se le ocurrió ser la persona más joven en recorrer en velero el mundo y lo logró. Aquí les doy unos detalles de Maidentrip para que no pasen de largo si acceden a este documental que cuenta la hazaña de una chica que confió en sí misma y fue por su deseo.
Laura Dekker nació en un barco en el mar de Nueva Zeland mientras sus padres navegaban alrededor del mundo. Cuando tenía 4 años, su familia decidió volverse a vivir a Holanda. En la historia que cuenta su periplo, ella recuerda que su mamá odiaba el barco, y que siendo muy chica sus padres decidieron separarse. Y entonces, ella eligió vivir con su padre. A lo largo de Maidentrip, Laura aclara que no tuvo muchos recuerdos de su mamá de pequeña. Su madre rehizo su vida junto a otra pareja y se mudó lejos. Su hermana menor en cambio sí se crió con su mamá, y lograron llevarse muy bien a pesar de la distancia. Para los 6 años de Laura, su papá le regaló un Optimist, después le regaló otro velero, y empezó a navegar con su perro Spot. Pero cumplidos sus 10 años se compró un Hurley 700. ¡A los 13 años navegó sola hasta Inglaterra! Y en aquel momento decidió que quería viajar por el mundo.
Laura Dekker quiso ser la persona más joven en dar la vuelta al mundo en barco. Y con 14 años quiso hacerlo sola navegando su barco. Toda una proeza que más que despertar admiración en su país, despertó alarma y temor. Además de enfrentarse a la aventura de su viaje, Dekker tuvo que poner el mismo empeño para defenderse en los tribunales. Laura junto a su padre se enfrentó un juicio de 10 meses en Holanda, porque los representantes de la Protección a los Niños, veían como un riesgo alocado su proyecto. Pero lo consigue: su cumple número 15 lo festeja en las Islas Canarias; el viaje tan esperado llegó. Y las imágenes la muestran emocionada siguiendo a los delfines en el mar y hasta la intención de nadar con ellos en búsqueda de compañía. Y allí se sucederán más momentos, como la imposibilidad de cocinarse algo rico porque las olas sacuden la embarcación y es difícil mantener el equilibrio.
Y también habrá estados de hartazgo y el cansancio normal de soportar un constante oleaje. Le escucharemos decir: «El viento se está yendo y el oleaje sigue: Nadie me dijo que la vida sea algo fácil, pero sí que pasen estas cosas realmente molesta…”. Y la conoceremos más cuando afirme y defina con lucidez su proyecto personal «Quise hacer mi viaje navegando sola por el mundo durante dos años, porque otras chicas lo habían hecho en barco pero sin parar, y entonces no ves nada del mundo. Lo interesante es ver otras culturas, otros países».
Entre tantas pruebas Laura Dekker consiguió cruzar el Atlántico y llegar a San Marteen tras 17 días de no pisar tierra. Llegar a Panamá y hacerse amiga de una pareja adulta de navegantes holandeses.Cruzar en barco por el Canal de Panamá y recién ahí caer en la cuenta de su hazaña. Alcanza por sus propios medios la isla Galápagos en el día 248 de su viaje. Allí ante sus ojos se da el festín de la naturaleza.
Al repasar su vida durante el documental, Laura además cuenta detalles íntimos, como que los chicos del colegio la dieran por loca y no comprendieran su determinación. A sus 14 años, compró un barco de 12 metros de largo, con la intención de levantarlo (estaba destruído) y ponerlo a punto para navegar. Y lo hizo con la ayuda de su papá. Dedicaron fines de semana y tiempo libre; y hasta ella trabajó para arreglar a su barco “Guppy”.
De los destinos que recorrió eligió la Polinesia Francesa como uno de los mayores paraísos. Y hasta batió el récord de sus padres al alcanzar el lugar en menos tiempo de navegación. Dekker es un desafío permanente. Y la gran adversidad, que tuvo que afrontar, al atravesar el estrecho de Torres en Australia. Un desafío para navegantes solitarios, una ruta de arrecifes poco profundos y de mucho tráfico de embarcaciones .
Pero las huellas de la vida de Dekker dan las claves que resultaron en semejante valentía. Desde muy chica tuvo que atravesar y convivir una crisis nerviosa de su papá. Ella comprendió el impacto de las olas fuertes a una edad temprana. Pero el tiempo pudo recomponer los dramas de la vida, y esta navegante se dio el lujo de festejar su cumple número 16 con su papá, en medio de su travesía. También dirá que no siente nada en común con los holandeses, salvó el idioma. Su único hogar es Guppy, su barco.
Dekker, sin una gota de viento pasó el Indico, y alcanzó Sudáfrica después de 48 días en altamar.
«Empezó siendo el viaje más difícil de todos pero fue el mejor”, sostiene la rubia corajuda y al escucharla es claro que seguirá con tantos otros como la vida le permita.
Vi el documental, es realmente inspirador y entretenido.muy bueno. A no perdérselo!!!.
Coincido Martín; es inspiradora Maidentrip para cualquiera!
Muy buenas tus apreciaciones sobre Maidentrip, el viaje que por desorientado buscando en Netflix encontré, y que ayuda a despertar los gustos más profundos, estos son, los de viajar para conocer el multiverso que nos rodea, del cual somos absolutamente analfabetos, porque insistimos en quedarnos en el pequeño mundo que nos recibió al nacer.
Gracias
Hernando, que bueno que encuentres el blog por ese fascinante documental de la chica audaz! Que lindo es, cuando uno se encuentra con ese mismo espirítu-seamos mujeres u hombres los que queremos embarcarnos en lugares nuevos. Dolores