Hay mucho para ver en la ciudad de Salta y alrededores, pero con chicos hay que saber por donde ir. Así que analizando un poco las opciones, le dedicamos un día a cada uno de los dos lugares.
Uno día arrancamos para el Teleférico San Bernardo, la base está en el Parque San Martín y su estación de llegada se ubica en la cumbre del cerro San Bernardo. Como nuestra visita fue a fines de octubre y con temperaturas altas como puede tener Salta en primavera, embadurnamos a los chiquitos con protector sola y le pusimos al bebé gorro para el sol. Y, además llevamos agua mineral porque ese día estaba caliente el sol.
Como fue día de semana y en horas de la mañana, no había casi gente, salvo algunos turistas extranjero y algo de gente local. Retiramos las entradas y subimos por una rampa hasta donde pasan los vagones. La altura que se alcanza es 285 metros, y el recorrido dura 10 minutos. En cada vagón entran 5 personas.
En la cima hay un Cristo y una cruz de dos toneladas de peso que fueron colocados en 1901-1903. Un fuerte que tiene este paseo es una cascada artificial-que está diseñada con un sistema de bombeo que permite que el agua llegue desde la base del cerro a la cima. Entona bien en el paisaje, y cae desde distintas terrazas por varios puntos. Le da más vida al recorrido y lo bueno es que refresca mucho si vas en épocas de calor.
Las vistas desde las distintas terrazas son muy lindas, se ve toda la ciudad y alrededores desde una altura interesante. Está muy bien el trayecto, con jardines coloridos, muy cuidados y dándole mucho verde al lugar. Hay bancos y varios lugares donde parar. Para Renata fue un stop necesario y obligado, el sector de juegos. Allí hay toboganes, puentes colgantes y casita de madera para que los chicos se entretengan un buen rato.
También hay una confitería, puestos de artesanías (las cosas que venden son muy lindas), un pequeño puesto de vinos (donde se puede probar y comprar alguna botella) y un anfiteatro.
A Lucio, de 8 meses lo llevamos en una mochila porta bebé, y con su gorra la paso muy bien durante todo el día.
A nosotros nos gusta hacer picnic, así que nos compramos unos sandwiches y comimos allí.
San Lorenzo
A 10 minutos de la ciudad, en el Valle de Lerma, una zona de verdes bien selváticos contrasta con el paisaje más seco de Salta. Fuímos en el auto que alquilamos, y pudimos ver las tradicionales casas y estancias que hay por allí. Es un recorrido que está bueno para hacerlo en auto, y ver las casonas con sus jardines, locales para comer y tomar el té. Hay senderos para hacer y adentrarse entre las enredaderas, helechos y orquídeas del lugar en la quebrada de San Lorenzo. También es posible hacer cabalgatas, mountain bike, o four truck pero viajando con chiquitos esto se complica. O puede hacerse limitadamente.
En esta zona, la vegetación o las yungas producen algún efecto que hace casi constante la presencia de nubes. En épocas de calor es un buen lugar para que los grados bajen y descansar un poco del sol. Más estando con chicos, es el mejor recomendado en esta situación. Algunas especies que son fáciles de ver pájaros carpinteros, martines pescadores y urracas; y viven gatos montés, zorros, pumas y hasta yaguaretés.
Estas caminatas llevan hacia lagunas y cascadas a 20 metros de altura. Además, el dique Campo Alegre, donde se puede pescar y hacer deportes náuticos.
Donde Comer
El duende de la Quebrada es un bar restaurant de dos plantas, con terrazas y mesas en los balcones. Donde se pueden pedir enormes sandwiches de lomo, calzones y carnes. Todo se puede compartir, a tenerlo en cuenta. Además venden artesanías.
dirección Av. Juan Carlos Davalos 2309