A Cavihaue la llaman “pueblo nieve”. El nombre se debe a que calles, pehuenes, casas, autos y negocios están cubiertos de blanco durante la temporada de invierno. Tuve la invitación de parte de turismo de la provincia de Neuquén para cubrir este destino la semana pasada y me sorprendió la prolijidad y belleza del lugar. Los pehuenes son una fiesta para los ojos. Estar allí fue presenciar “una fiesta de los árboles”. El paisaje es maravilloso. Le sumás la nieve abundante, y para los que aman esquiar, esto es un espectáculo. A diferencia de otros centros de esquí de Argentina, este tiene un perfil familiar y relajado que enamora. Porque te sentís como en casa, lo que cumplís es pasar el día en el cerro con los tuyos, compartir la cabaña o la hostería con una taza de chocolate caliente y la belleza de un paisaje fascinante detrás de las ventanas.
Eso es todo-y eso es todo lo que buscas. Aquí no hay pretenciones. Nada de poses, ni ver quien tiene la mejor pilcha de esquí. Esto es simple, es auténtico. Acá no vas a ver ojos que te miran de arriba abajo, ni esos “quemados de semana en la nieve «. Las apariencias no importan. Es lo que me encantó del lugar. Cero divismo. Cero cholulismo.
El pueblo es blanco en agosto. Dicen que la nieve de esta zona es la de mayor duración. Puede haber temporada de esquí hasta mediados de octubre (si el tiempo acompaña). Y la ventaja, es que los precios bajan para esa época…Es una buena excusa para retrasar las vacas de invierno y aprovechar el clima con más sol y más luz. En el centro hay guardería y jardín de nieve, y los chiquitines empiezan a tomar clases a partir de los 3 años. Por esto es que Cavihaue está poblado de chiquitos, “el público” de este centro de esquí. Aquí es donde aprenden sus primeras armas en este deporte. Y también se ven adultos dando los primeros pasos con los bastones, o las tablas de snowboard. Y lo bueno es que es sin miedo al ridículo. Acá no hay un ambiente canchero, todo lo contrario es diversión y calidez pura. Los principiantes de todas las edades prueban sus destrezas con orgullo. Aunque se caigan mil veces. Es un centro de esquí que no exige ser «cool» ni especialista en deportes de nieve. Te libera de esa presión y se ve a la gente divertirse, aunque jamás haya tocado un par de esquís y ya haya entrado y traspasado los 40 pirulos. Y los que sí saben, tienen 22 pistas para divertirse. Así que acá, todos ganan. Los que no saben y los que la tienen atada.
Cavihaue es muy tranquilo, y puede resultar muy raro en el pueblo que alguno salga copeteado por sus calles. Pero esto es una excepción..En la hostería Valle Patagon (la foto de la izquierda) donde paré, los recepcionistas venían con diez años de trabajo en esta localidad, me lo marcaron como un un hecho aislado. Es que esa no es la idea allí. Sino bajar decibeles, y vivir en paz la calma del lugar. Hay un boliche pero el nombre no trasciende porque realmente no es demasiado importante la vida nocturna en Cavihaue. Sí hay varios restaurantes y bares.
[pullquote]Vale la pena recalcar la cortisima distancia (1,5km) que separa al pueblo de las pistas de esquí. Los esquiadores pueden llegar caminando con sus equipos. Y lo hacen permanentemente. Es muy cómoda la distancia y permite aprovechar más el tiempo arriba del cerro[/pullquote].
Tuve la suerte de probar esquí de fondo, o “el nórdico”. Y eso, que tuve pésimas experiencias con el alpino, y me pareció más accesible. Tuvimos una clase con los compañeros de viaje y la técnica me resultó fácil. El condimento es que se puede hacer esquí de fondo al costado del lago Cavihaue, y eso emociona a cualquiera, le guste o no el deporte.
Otras actividades para los que no esquían: motos de nieve, caminata con raquetas por la nieve, snowtruck hasta el mirador del Copahue, donde te subís a un vehículo alemán de 1945 y te llevan hacia ese punto desde donde se ve el cerro Pirámide, el volcán Copahue y el pueblo entero. De noche dicen que es divino ver la aldea iluminada.Es obligado el uso de botas y ropa de nieve casi todo el tiempo en invierno.
Cavihaue, que en lengua mapuche quiere decir “Lugar de encuentros”, es tal cual lo llamaron sus primeros pobladores, y revive la alegría de reencontrarse con los nuestros bajo un manto de nieve.
Para Comer
Mediodía y Noche: Lo de Naty Pizzas Artesanales. De masa fina y riquísimas. Todos los gustos. Vista al Lago Cavihaue. Ricos postres.
Noche: Alen Aitue La comida es rica y casera.El ambiente lindo y es muy amable el señor que atiende.Dicen que valen la pena los tés con tortas del lugar.
Bar y Tapas: Trois divino con mucha onda, rica comida; tacos y quesadillas, hamburguesa…Cerveza artesanal (probar Cerveza Aluminé)
Dulce Aldea: La dueña es divina. Para tomar un chocolate caliente y probar la famosa torta galesa o los espectaculares chocolates, alfajores de dulce de leche o frambuesa. .
Para Dormir
Me quedé en la Hostería Valle Patagon . Es super cálida y muy bien ubicada.Tiene 14 años de historia. Son cuatro cuartos muy bien decorados y con vista a los cerros. En la planta alta de la hostería y hay 6 cabañas para alojarse también. En el hall hay una chimenea a leña que invita a quedarse. Muy rico el desayuno y los recepcionistas Néstor y Anahí son super amables
Esquí Precios de los Pases Año 2015 http://www.interpatagonia.com/skicaviahue/tarifas.html