El viaje de Vicky Viola (roadtrip y amor entre viñedos de Chile y Mendoza)

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Graffitis de Valpa
Tour por los graffitis de Valparaiso, un recorrido distinto, con data de restos y lugares.

A Vicky Viola, le surge naturalmente un don: es graciosa. Tiene chispa, y el comentario cómico que a cualquiera le gustaría hacer. Es seductora como buena actriz, tiene una belleza cinematográfica y una nariz respingada que el personaje de Amy de Mujercitas envidiaría a muerte. Me la imagino una viajera divertida, repentina y locuaz…Una buena mezcla para volver un viaje único y especial. Junto a su marido Francisco, decidieron hacer un viaje de esos bien intensos y experimentales. Y salieron en su auto, rumbo a los viñedos, los buenos pescados chilenos y la amorosa aventura de hacer nuevamente un recorrido juntos….

 

Vicky cuenta su roadtrip y recomendados

Elección del Destino La idea era hacer un roadtrip. Estábamos entre la Patagonia o Mendoza y Chile. Yo tenía ganas de recorrer bodegas así que ganó la segunda opción, además viví hasta los 2 en Uspallata (pequeñito pueblo de montaña en la frontera) y quería volver. Emprendimos viaje en auto a fines de Marzo.

Emociones  Hay viajes de relax y otros donde al moverte vas hacia adentro. Esta travesía hacia las montañas y el Pacífico me trajo recuerdos. Volver adonde viví por última vez con mis papás casados, ver como había crecido el pueblo, las montañas inmensas  y mi pequeñez, me puso en perspectiva. Fue una experiencia super en auto, juntos con mi marido: buenos discos, música, charlas eternas y descanso.  Al cruzar a Chile la experiencia se volvió más sensitiva. Nunca había ido y encontré belleza natural, sabores increíbles y paisajes soñados. Charlar con gente de allá también me hizo valorar más nuestro país: sus logros sociales, la educación y salud pública. A veces,  frente a los contrastes uno deja de dar por sentado lo bueno que tiene.

 

Valparaiso

La Ruta Buenos Aires con parada en Ameghino para hacer noche (es el pueblo de Fran y un punto medio hacia Mendoza), noche en Mendoza previa al cruce a Chile y de ahí a Maitencillo, pueblo costero chileno. Recorrimos los alrededores (Zapallar y Cachagua) y fuimos a Valparaíso. Pasamos por Santiago para cruzar a Mendoza donde hicimos Valle de Uco y Chacras de Coria y a casa de vuelta.

 

Maitencillo me enamoró, la onda bohemia-surfer. En el cartel del super (que es como un viaje en el tiempo a los 90´s de todos los productos importados que vende) ofrecen Doulas! Paramos en el Portal del Sol, hotel atendido por sus dueños  al borde de un acantilado con una vista conmovedora. Como éramos los únicos nos dieron el cuarto más grande, con living, cocina y balcón privado con parrilla. Extendimos la estadía a 3 noches porque no podía ser más perfecto. Libros, pelís, y a la noche Fran cocinaba algún pescado con un rico Carmenere. Durante el día nos escapamos a Zapallar y Cachagua a hacer turismo inmobiliario. Recorrimos el pueblo con el auto viendo casas e imaginando cuál podría ser nuestra (?). Hay mansiones con helipuerto, es una locura de opulencia y elegancia.

[pullquote] Parada obligada El Chiringuito, resto delicioso donde probar Machas a la Parmesana. Pastel de jaiba, congrio, reineta con alcaparras y manteca,platos típicos.[/pullquote]

Restaurant de valpa
Resto en Valpa

Nos despedimos relajados y siguió Valparaíso. Ahí la cosa se puso activa, la recorrimos de abajo – arriba, sus dos cerros (Alegre y Concepción), La Sebastiana (casa de Neruda) y un tour a la gorra para ver los graffitis de la ciudad. Valparaíso fue sede de una competencia internacional y el arte callejero es todo. Recomiendo el tour recién llegados porque te tiran datos under, lugares para comer y actividades. Vayan a comer a la zona trash del puerto que se come bien y autóctono, Los Porteños es bien chileno, no teman, luce trash pero es rico. El hotel no lo recomiendo, era bonito pero la ducha funcionaba pésimo y el desayuno era un bajón. A nosotros nos gusta parar en hostales porque conocer viajeros nos parece una parte copada de la experiencia y este hotel tenía menos atmósfera que el cementerio de Chacarita.

[pullquote]Lugares para comer en Valparaíso además del puerto: El Desayunador y Café Vinilo.[/pullquote]

Santiago de Chile Terminado el tour por la ciudad portuario,fuimos a la capital de Chile. Zarpada sorpresa! Hay una movida foodie espectacular, comimos de todo e hicimos algo de shopping en Alto Las Condes. Según nos dijeron su H&M, Forever y Topshop son los más abastecidos de Chile. Infaltable recorrer Lastarría (amé ese barrio), Bellavista, Providencia, Barrio Brasil y Ñuñoa. La verdad es que ni pisamos Las Condes, nos interesa mucho más lo emergente y de vanguardia que lo clásico. Un paseo increíble y fuera del circuito turístico es recorrer la Avenida Italia: son todas casas restauradas que exhiben artistas y diseñadores independientes. Fue acá que compramos Merken, un condimento chileno digno de los dioses y algo de vino Carmenare (es como el Malbec de ellos).

[pullquote]Otro paseo es ir al Mercado Central a comprar ingredientes típicos y hacer el tour gratuito que donde vas a  los puntos históricos.[/pullquote]

Restos que aconsejo Peumayén (comida ancestral chilena, se debe reservar con tiempo) tiene un menú de varios pasos y no es barato pero la experiencia lo vale. La música, la atención y los sabores son muy particulares. Azotea Matilde (una terraza al lado del Cerro San Cristóbal) tiene un gran atardecer y riquísimos vinos. Boragó (top 5 de Latinoamérica) es una delicia y se reserva con antelación. Amé La Diana, un bar nuevo increíble con videojuegos, salas de estar alucinantes y una decoración particular. El Bar The Clinic, una redacción al estilo Revista Barcelona, tiene un trago que se llama Terremoto que te vuela la peluca. Otro imperdible:  resto Liguria. La comida no es real de lo rica y es atendida por mozos como los de antes. Canchero decorado, no pueden perdérselo si quieren conocer un lugar bien chileno.

Nos alojamos en el Mercure del centro, aprovechamos unos puntos que teníamos. Es práctico, tiene pileta y está re bien ubicado, cerca de los barrios interesantes.  

Mendoza Finalizada la travesía chilena fuimos a hacer la ruta del vino. Primero fue Valle de Uco, región cercana a la ciudad con bodegas y hoteles donde parar. Hay que sacar turno para recorrer las bodegas con tiempo (una semana antes debería bastar). Fuimos a The Vines, la idea es genial: dividieron la tierra en viñedos privados de forma tal que uno pueda hacer su propio vino. La cata es personalizada y podes probar vino de bodegas que nunca llegan al mercado, desde el sabor hasta la etiqueta son de autor. Luego de tomar vinos exquisitos almorzamos en el restaurant 7 Fuegos de Mallman, que está adentro de The vines. El cordero y la trucha que comimos valen la experiencia (sin mencionar que el hotel tiene una ambientación soberbia con vistas a la cordillera). Las otras dos bodegas que hicimos fueron La Azul, donde la cata es un maridaje: un plato,un vino. Amamos este lugar, atendido por sus dueños, con una vibra espectacular, vinos accesibles y riquísimos. Finalmente fuimos a Salentein, un clásico más pochoclero pero pionero en la zona. Lo recomiendo por la arquitectura, en si la cata no me fascinó. Nos hospedamos en La Morada Guesthouse (la super recomiendo) en Casa de Huéspedes la Azul. Atendida por una porteña macanuda, el desayuno es muy bueno y los productos de baño son orgánicos de yerba mate (me pareció un lindo detalle).

Bodega la azul
Bodega La Azul, atendido por sus dueños en Valle de Uco

La última noche la pasamos en Chacras de Coria y nos hospedamos en Lares de Chacra, gran hostería, excelente precio-calidad. Comimos en el Mercadito y partimos rumbo a Capital. Una anécdota: en Uspallata fui a  la casa donde viví a los 2 años y  aunque estaba en refacción me dejaron entrar. Fue impresionante verla 29 años más tarde. Tenía flashes, como fotos estáticas. El pasillo era más corto del de mi recuerdo, mi cuarto sin muñecos, el de mis papás… Me movilizó. Lo que restó de ruta, lo hicimos escuchando Beach House y Lana del Rey, bandas que se llevaron bárbaro con el paisaje y el sentimiento del momento. Fueron claves las recomendaciones de amigos y algunos blogs.

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Acerca de Dolores Yomha

Soy Dolores Yomha, nací en Buenos Aires, Argentina. Trabajo en Radio, escribo free lance sobre viajes en revistas y este blog es de mi autoría. En el 2008, viajé siete meses por el mundo con otras 4 amigas a través del pasaje Vuelta al Mundo (Round The World) que comercializa una fusión de aerolíneas. Esa experiencia me ha hecho más feliz, más curiosa y porque no, más segura. La idea de este blog es compartir información de viajes pero también la inspiración por viajar (por más grande o pequeño que sea el destino). “El viaje es una especie de puerta. A través de ella salimos de la realidad”. Guy de Maupassant

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